“Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.” Admitir que somos títeres de una adicción en este caso ante el alcohol , se nos hace muy difícil, porque el admitir una derrota es algo que las personas poco hacemos, siempre hay un gran ego que nos sega y eso de admitir que nuestra vida es ingobernable y que estamos atrapados por el alcohol, no es del agrado del alcohólico por que siempre pensamos que nosotros dominábamos el alcohol y cuando nuestros familiares nos corregían, el ego y orgullos se nos desbordaba diciendo que nosotros no teníamos problemas con el alcohol, esta muralla virtual que nosotros mismos levantamos durante tanto tiempo es la misma que no nos dejaba admitir la derrota total ante el alcohol, y este es el primero obstáculo a derrotar por todo enfermo alcohólico, si no nos rendimos ante nuestro muro virtual y nos podemos humildes a derribarlo pedazo a pedazo, no seremos capaz de lograr una recupera